dilluns, 15 de setembre del 2014

Cuentos, leyendas y fábulas


(Trabajo de los alumnos de Lengua castellana A2)


EL LOBO Y EL ZORRO



El lobo y el zorro eran buenos amigos.  Un dia el zorro encontró a su amigo el lobo que sufría.
-¿Por qué sufres, amigo mío?
Respondió el lobo:
- Tengo hambre, no he comido durante dos días y me duele el vientre del hambre.
El zorro le dijo:
- No estés triste, yo lo voy a solucionar.
Y dijo el lobo:
- ¿Qué haces?
Respondió el zorro:
- No te preocupes, ponte a dormir en el suelo como si estuvieses muerto.
El lobo oyó las palabras del zorro y se durmió en el suelo. El zorro fue a su vecino el conejo llorando y le dijo:
- El lobo ha muerto y estoy muy triste.
El conejito era bueno, sintió pena por el lobo y se fueron con el zorro a su casa. Cuando llegaron a la casa el conejo quería asegurarse de la muerte del lobo y dijo en voz alta:
- Yo sé que cuando un lobo está muerto levanta la cola y abre la boca.
El lobo lo oyó y sin pensarlo abrió su boca y levantó la cola. El conejo se rió y le dijo:
- Los lobos muertos no mueven la cola!
Se fue rápido y se escondió en su casa.

Mohamed Abdallaoui


EL PADRE Y SUS HIJOS




Había una vez un hombre mayor que sentía que la muerte se acercaba. Reunió a sus hijos y les dijo:
- Os voy a dar un consejo: Cada uno de vosotros que traiga un palo.
Los hijos preguntaron al padre por qué tenían que traerlo y el padre les dijo que ya lo sabrían.
Los hijos cogieron el palo tal como pidió su padre.
El padre cogió todos los palos y los puso juntos. Dio el grupo de palos a sus hijos y les dijo que lo rompiesen.
- No podemos romperlo. Es muy duro.
El padre dijo:
- Claro, es muy duro porque todos los palos estánan unidos. Ahora, podéis coger un palo para romperlo.
- Ahora podemos. ¡Es fácil!
Dijo el padre:
- Cuando estéis juntos sois fuertes. Separados sois débiles como los palos.

Amina Shuman


EL HUERTO DE MANZANAS




Joha tenía el mejor huerto de manzanas. Cuando las manzanas estaban maduras, los niños del vecindario entraban al huerto y se las robababan. Joha salía corriendo de la casa con un arma, riñendo a los niños.
Un vecino de Joha una vez le dijo:
- Eres un hombre tranquilo y amable, la cosecha es diez veces más de lo que necesitas, ¿por qué no das una parte a los niños?
- Hmm -sonrió Joha- Quiero que cojan las manzanas; pero me acuerdo de cuando era niño. Si no lloran y no los persigo no van a querer venir.

Zhanna Moiseeva


EL CUENTO DEL LOBO Y LA CABRA




Había una vez unas cabras. Una de ellas se perdió y comenzó a buscar a las otras. No las encontró y se hizo de noche. Subió a un árbol que estaba encima de un río y con la luz de la luna se veía la sombra de la cabra en el río. Llegó un lobo y cuando vio la sombra de la cabra en el río pensó que era ella y comenzó a saltar en el río por la sombra hasta que se hizo de día y vio a la cabra. Entonces le dijo que quería salvarla.
- Hemos hecho un trato entre todos los animales que el lobo no coma a las cabras y el perro no puede comer lobos.
Y dijo la cabra:
- Mira, ahí hay tres hombres con caballos y tres perros.
Dijo el lobo:
- Cuando hicimos el trato ellos no estaban y se escapó.
Por lo cual, todo lo que le había dicho a la cabra era mentira

Mohamed Ghadar


FLORA



Era una vez una chica muy dulce y hermosa, se llamaba Flora. Vivía con su familia: su padre, su madre y su hermana. Eran muy pobres y vivían en una casa pequeña.
Una vez, cuando Flora estaba buscando Rosas en el jardín, vio una gallina blanca que estaba herida y cojeaba por el jardín. Se la llevó a un veterinario y le hizo una cura de urgencia y le dio una medicina que le fue muy bien.
Al cabo de un tiempo, Flora fue a ver a su gallina; se sorprendió de lo que encontró: un huevo de oro. Lo cogió y lo llevó a su familia y fueron muy ricos y vivieron felices y comieron perdices el resto de su vida.

Rose Qurie


EL CUERVO



Un cuervo encontró un trozo de queso. Se encaramó al abeto y quería desayunar. Estuvo pensando un poco y mantenía el queso en la boca.
Corría un zorro por allí y dijo:
- Cuervo, antes de que comas tu almuerzo, quiero decirte que estoy sorprendido. Jamás vi un cuervo de plumas tan brillantes. ¡Y tus ojos! Son tan grandes que, seguro, nada se les escapa. Estoy seguro que tienes una voz angelical. ¡Canta, guapo, no te avergüences! Seguro que con tal belleza cantas de maravilla.
Después de todas las alabanzas, el cuervo quedó mareado y estaba muy alegre y gritaba con toda la garganta. 
El queso cayó, el zorro lo cogió y corrió.
Moraleja: Cuantas veces dijo el mundo que el halago es odioso y malo, pero él siempre encontrará su sitio en el corazón.

Vladimir Moiseev

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